07 Dic Tengo miedo a…
Hoy es 31 de octubre y, desde hace años, esto significa que hoy es la noche de Halloween. Si se caracteriza por algo, es por ser una noche en la que buscamos divertirnos, pero con un propósito no tan divertido. Generar miedo.
El miedo es una emoción básica en todos nosotros. De hecho, es una reacción necesaria para nuestra supervivencia y que nos ayuda a adaptarnos a situaciones que pueden suponer un peligro real para nuestra vida.
Cuando somos pequeños, muchas cosas nos son desconocidas, y estamos en constante aprendizaje, lo que puede provocar muchos miedos normales a cierta edad (a la oscuridad, a la soledad, que nos abandonen, los payasos, etc.). A medida que nos hacemos mayores, y nuestras capacidades de análisis y comprensión evolucionan, la mayoría de estos miedos se resuelven por sí solos.
Cuando nos hacemos mayores y siguen apareciendo miedos a situaciones u objetos que no suponen un peligro real para nosotros, podemos decir que estamos ante un miedo que no es ni racional ni adaptativo. Estamos ante una fobia.
¿Qué es una fobia?
Una fobia se define como un miedo intenso y desproporcionado a situaciones u objetos que no son peligrosos y a los que la mayoría de personas se referirían como no peligrosos. Los síntomas más habituales son reacciones ansiosas (respiración acelerada, sudoración, taquicardias, hormigueo, etc.) y pensamientos distorsionados y catastróficos. Las personas que padecen una fobia reconocen que su miedo es irracional y exagerado, pero son incapaces de afrontarlo y evitan constantemente exponerse a estas situaciones, lo que provoca una gran interferencia en su vida cotidiana.
¿Cuál es la causa?
La mayoría de fobias aparecen en la infancia y no se resuelven, continuando durante la adolescencia y la edad adulta. Estas aparecen por la vivencia de una situación que la persona valora como estresante o traumática (perderse, presenciar un accidente, recibir un ataque, etc.), o bien se heredan por el relato o imitación de un familiar adulto cercano.
Qué fobias existen?
Las fobias se categorizan en tres grandes grupos:
· Agorafobia: se define como el miedo a encontrarse en situaciones en las que sea imposible escapar o pedir ayuda en caso de que la persona tenga un ataque de pánico, o algún problema de salud.
· Fobia social: se define como el miedo al juicio o el rechazo de los demás en situaciones sociales.
· Fobias específicas: se definen como miedos a situaciones u objetos específicos. Entre las fobias específicas más habituales están las fobias a los animales, a las alturas, a conducir, a la sangre, o a las tormentas.
Tratamiento
El tratamiento de una fobia consta de los siguientes pasos:
- Psicoeducación: explicación al paciente sobre la naturaleza de su fobia, así como de la reacción física que vive en valorar el estímulo como peligroso.
- Entrenamiento en técnicas de gestión de la ansiedad: se entrena al paciente en técnicas de relajación y control de su ansiedad, con la intención de que pueda controlar la reacción ansiosa.
- Reestructuración de pensamientos desadaptativos/catastróficos: se enseña al paciente a reformular los pensamientos inconscientes y desadaptativos que se disparan ante el estímulo fóbico para convertirlos en un pensamiento adaptativo que le ayude a afrontar la situación u objeto temido.
- Desensibilización sistemática: consiste en realizar una exposición que sea progresiva a las situaciones u objetos fóbicos. Se acuerdan con el paciente varios pasos que van de menos malestar a más malestar. Posteriormente, se le pide que se exponga a las situaciones para tolerar y superar la reacción de miedo in situ.
Si te identificas con esta problemática o crees que alguien cercano a ti se podría encontrar, te animamos a ponerte en contacto con nosotros y desde nuestro centro de psicología en Manresa estaremos encantados de ayudarte.
Marta Farré
Núm col. 23.251