Listado de la etiqueta: psicosalutmanresa

El tema de las últimas semanas no puede ser otro que el coronavirus. Todo nos lo recuerda. Las noticias, los anuncios, nulo contacto social, poco movimiento por las calles, y salidas maratonianas a comprar. Todos estamos angustiados por la incertidumbre de saber cómo evolucionará todo, y sobre todo el tiempo y las consecuencias que nos dejará una situación como esta. Son sentimientos normales y los tenemos que poder aceptar, pero sin dejarse llevar por estas emociones negativas.

Es por ello que os proponemos poder sacar algo positivo de esta situación. Y aprovechar el tiempo que el confinamiento nos ofrece, para trabajar todos aquellos propósitos y objetivos que año tras año vamos acumulando y nos excusamos diciendo: «no tengo tiempo».

¡Así que vamos! Ánimo y seguid las estrategias que os ofrecemos para alcanzar (ahora sí) vuestros propósitos:

  1. Listad entre 3 y 5 propósitos: uno de los errores más comunes es inundarnos a propósitos. Esto nos provoca una saturación y acaba resultando en que no empezamos ni por un propósito ni por otro. Vuestros propósitos deben ser concretos y estar bien definidos. Por ejemplo, «quiero ser mejor persona» no es un propósito bien definido, porque, ¿qué significa ser buena persona para cada uno de vosotros? Para alguien querrá decir ser más generoso, para otros tener más paciencia … Un objetivo bien definido sería, «quiero aprender a ser más paciente con mi pareja». Una vez lo tengáis, anotadlo en algún lugar donde sea visible.
  2. Priorizar: no todos los propósitos serán tan asequibles o necesarios, por tanto, ordenad vuestra lista de propósitos de más prioritarios a menos prioritarios. El primer propósito con el que empezaréis será aquel que creéis que más os puede aportar ahora o lo que más fácil os será de conseguir. El objetivo es que consigáis este primer propósito porque esto mantendrá vuestro ánimo arriba y os reforzará para continuar avanzando.
  3. Desglosad cada propósito en pequeños pasos: cuando no conseguimos alcanzar un objetivo suele ser por desmotivación al encontrarlo demasiado difícil y que implica demasiado tiempo. Siempre es mucho mejor dividir nuestros objetivos en pequeños objetivos. Por ejemplo, no es lo mismo proponerse «ordenar toda la habitación» que «empezar ordenando un armario». De nuevo, dividiendo en pequeños pasos vuestro propósito, conseguiréis cumplir el objetivo y sentiros motivados y realizados para seguir cumpliendo más.
  4. Daos tiempo: tener prisa nunca es bueno. Por ello estableced un tiempo realista para conseguir vuestro objetivo. ¿Y cuanto tiempo es razonable? Pues depende. Cada uno tendrá el suyo, porque todos sabemos qué nos cuesta más o menos, si nos cansamos físicamente más o menos, si tenemos más o menos responsabilidades … Sólo os diremos que trabajar un objetivo con menos de una semana, es ser poco realista.
  5. Mejorad vuestra estrategia: durante el transcurso de alcanzar un objetivo, pueden salir imprevistos. Repensar algo y mejorarlo no es un fracaso, es un éxito, porque cada vez estaréis más cerca de vuestro objetivo. Si algo falla, pensad en cómo mejorarlo.
  6. Buscad alguna motivación para lograr vuestro propósito: pensad en algo que os motive para conseguir vuestro propósito. Pensad en vuestra vida cuando lo hayáis conseguido, imaginad como os hará de feliz, pensad en el premio que os daréis …
  7. Daos la enhorabuena: Cuando alcancéis alguno de vuestros objetivos, valorad lo que vosotros (y sólo vosotros) habéis conseguido. Y sobre todo, recordad daros vuestra recompensa. ¿Cómo? Daos un premio justo después de conseguir vuestro propósito. Puede ir desde hacer algo que os guste mucho (ver una película, escuchar música, cocinar algo) a compraros algo que hacía mucho tiempo que deseabáis y que ahora tenéis una buena razón para comprar. Obtener algo positivo después de un esfuerzo, genera más ganas de volver a conseguirlo.
  8. No os culpéis: culparse es realmente negativo, y ¿como queréis avanzar así? Es normal tener días de todo. El ánimo y las fuerzas van arriba y abajo. Por ello, daos permiso para fallar un día, y dos … Si no lo conseguís hoy, no pasa nada. Mañana será otro día y, tal vez, descansar hoy, os permite conseguirlo mañana. Comenzad cada día con el objetivo a la vista y, tarde o temprano, ¡lo conseguiréis!
  9. No abandonéis vuestros propósitos: ya lo dicen «la cabra tira al monte» y si sois impacientes, la impaciencia siempre puede salir en un momento u otro. Vuestros propósitos siempre los deberéis ir trabajando, y si en algún momento ya os habéis propuesto el cambio y habéis hecho de manera consciente y con esfuerzo, sólo deberéis ir haciendo mantenimiento y recordar las pautas que os propusisteis para cambiarlo anteriormente, y rápidamente, ¡lo volveréis a coger!

Esperamos que estas estrategias os sean de utilidad y que consigáis todo lo que os proponéis. Si tenéis dudas, desde el equipo de PsicoSalut Manresa estaremos encantados de ayudaros en este proceso.

Marta Farré

Núm. col·legiada 23.251

Hoy es el día mundial de la salud mental, y como profesional de este ámbito, me propongo hacerte ver la importancia de cuidar tu salud mental.

Desde siempre, todo el mundo ha hecho un gran «ohhh» cuando le he dicho que era psicóloga, y lo ha acompañado de un «es muy necesario, todos deberíamos ir alguna vez en su vida«. Yo habitualmente contesto «¡cierto!«, Pero aquí termina mi respuesta. Porque estoy segura que si continúo con la conversación y le pregunto porque no va él/ella, la respuesta más probable será «yo no estoy loco/loca» o los más considerados dirán «sí, debería ir, pero no encuentro el momento o qué me dirá que ya no sepa….«. Y es con estas respuestas cuando me entra la rabia y la frustración de pensar que hoy en día, el cuidado de nuestra salud mental no se ha normalizado, y que mi trabajo parece un servicio clandestino del que nadie quiere hablar y tan básico que todo el mundo lo sabe hacer.

Y yo me pregunto, si las personas vamos a infinidad de médicos (dentistas, ginecólogos, urólogos, digestólogos, fisioterapeutas, etc.) para hacer un tratamiento, e incluso en muchos casos para hacer una prevención de futuros problemas, ¿qué problema ha en hacer lo mismo con nuestra mente? Porque si hay una situación que nos altera generando ansiedad y emociones negativas, que nos genera dolores físicos, o que afecta a nuestro bienestar en general, ¿por qué no vamos a un/a psicólogo/a?

Si partimos de la base que nuestra mente es uno de los principales motores de nuestro cuerpo, ¿por que no lo llevamos a revisión de vez en cuando? Nuestra mente es el centro de operaciones del organismo, desde donde interpretamos lo que pasa en nuestro entorno, desde donde nacen nuestras emociones, y desde donde se envían señales al cuerpo para que este reaccione en consonancia. ¿No os parece suficientemente importante para tener un poco de cuidado?

A menudo pensamos que «ya me pasará» o «no es para tanto«, pero de la preocupación más pequeña puede terminar surgiendo un problema.

Soy consciente de que el problema de que pensemos así es muy de base, y aunque el sistema educativo se empiece a dar más importancia a nuestra salud mental, el camino que queda por recorrer es largo.

Hacer un trabajo psicológico, como mínimo uno en la vida, debería ser de obligado cumplimiento.

No nacemos enseñados y lo que hacemos es ir aprendiendo cómo podemos según lo que nos muestra nuestro entorno (padres, madres, hermanos, abuelos y abuelas, amigos, profesores/as, etc.), y según las vivencias que nos tocan vivir. Pero estaréis de acuerdo conmigo, que más de uno de estos modelos suspenderían un examen de inteligencia emocional, y que en más de una situación en la vida, su gestión ha sido nefasta. Así pues, ¿no os gustaría saber porque reaccionáis de esta manera y cambiarlo para que os deje de hacer daño? ¿Queréis esperar a pifiarla más? ¿a que te duela un poquito más? ¿y entonces con prisas esperar que un psicólogo/a haga magia y resuelva el problema en 10 visitas?

Os animo a reflexionar en vuestro estado actual, y preguntaros si:

  • ¿estáis agobiados o estresados?
  • ¿vuestra des/organización diaria os altera?
  • ¿tenéis pensamientos recurrentes que os preocupan?
  • ¿estáis tristes, desanimados, irritables?
  • ¿os apetecen menos las cosas que antes disfrutabais?
  • ¿os parece que lo tenéis todo pero no estáis contentos con la vida?
  • ¿no sabéis cómo sois ni por qué actuáis como lo hacéis?
  • ¡no tenéis una buena relación con los demás?
  • ¿tenéis dolores físicos  y no hay médico que lo resuelva o os dicen que es psicológico?

Pues si la respuesta a alguna de estas preguntas es Sí, tenéis un problema psicológico, y si no vais a un psicólogo/a, estáis cometiendo un gran error. Desde PsicoSalut Manresa, mis compañeros y yo, estaremos encantados de ayudarte. Te animamos a ponerte en contacto con nosotros y poner fin a tus problemas.

Marta Farré Armengol
Col. 23.251

Habitualmente, llegan a consulta casos que por motivos psicológicos, han hecho alguna visita a su médico de cabecera o psiquiatra y éste les ha recetado pastillas (para dormir, por estrés, por el estado de ánimo). Normalmente no es muy complicado, en una sola visita, con 10 minutos de entrevista, aflojan la receta con la medicación para unos cuantos meses y les emplazan a venir de nuevo a consulta en unas semanas a ver cómo les ha ido la medicación.

Y yo me pregunto, si vas al fisioterapeuta y te dice: «cómprate una crema antiinflamatoria y ven en unos días a ver cómo estás». ¿Saldríais contentos? Me imagino que la respuesta es: «No». Todo el mundo espera que ante un problema, los profesionales que le atienden solucionen el problema desde el origen, es decir, buscando entender por qué pasa (porque no duermes, estas angustiado o triste), sin conformarse con calmantes temporales.

Pues, ya os adelantamos que en el mundo de la psicología nos encontramos constantemente con errores de este tipo. Y es por ello, que hoy os queremos hablar del mejor tratamiento para los problemas psicológicos. 

¿Qué son los psicofármacos y como actúan a nivel cerebral? 

Los psicofármacos son sustancias químicas que actúan a nivel cerebral aumentando o disminuyendo el nivel de neurotransmisores (sustancias que se liberan cuando hay una sinapsis, es decir, un mensaje que se envía entre las redes neuronales de nuestro cerebro y que provoca una respuesta concreta en nuestro organismo).

Nuestro cerebro fabrica neurotransmisores de forma natural; experimentar emociones positivas y/o negativas modula la producción de estos aumentando o disminuyendo los niveles.

Al tomar medicación, la alteración de los neurotransmisores es artificial y temporal, es decir, cuando se toma una dosis del fármaco, éste se va liberando hasta que el efecto desaparece al cabo de unas horas. Motivo por el cual, cuando se recetan psicofármacos estos deben tomarse ininterrumpidamente durante meses, y si no hay ningún cambio en el ámbito psicológico, la pauta termina perpetuandose y provocando una cronificación del trastorno.

Así pues, ¿cuando es recomendable tomar psicofármacos?

Cada trastorno psicológico es un mundo, y se debe estudiar cada caso en particular. Algunos casos en los que es necesaria la pauta de psicofármacos son:

· Trastornos psicológicos graves/crónicos: esquizofrenia, bipolaridad, trastornos de personalidad graves, trastornos psicológicos endógenos (provocados por un desequilibrio genético en los neurotransmisores), etc.

· Casos psicológicos en los que el tratamiento psicológico no es suficientemente eficaz si no hay una combinación con psicofármacos.

Por lo tanto, la medicación es recomendable sólo en aquellos casos en los que la persona no responde a las pautas psicológicas y necesita de la ayuda farmacológica para iniciar la mejora, o aquellos casos en los que el funcionamiento cerebral se ve afectado por una enfermedad crónica y requerirán medicación de por vida.

¿Como se ha de abordar un trastorno psicológico?

Los trastornos psicológicos deben verse como desajustes que tienen una causa y que hay que tratar para que los síntomas derivados desaparezcan. Por ejemplo, los problemas de sueño o físicos (sin causa médica) no aparecen como arte de magia, sino que se deben a que probablemente la persona sufre estrés o hay algo que le preocupa, y por falta de recursos, acaba recurriendo a la medicación para dormir o para minimizar el dolor.

A través de una terapia psicológica la persona identifica el origen de su problema, los mecanismos de defensa que utiliza constantemente para huir, las repercusiones que todo ello tiene en su vida y en su cuerpo, y aprende estrategias para solucionar el problema desde el origen y gana herramientas para poder enfrentarse a ellos de nuevo cuando viva otro momento complicado.

Nadie puede esperar que, sin cambiar nada de su vida, su malestar desaparezca. Que no os engañen, las pastillas mágicas no existen. 

Esperamos haberos ayudado a clarificar la diferencia entre terapia y farmacología. Y si crees que estas tomando medicación y no estas seguro o crees que te hace falta un apoyo psicológico complementario para mejorar, te animamos a ponerte en contacto con nosotros y desde PsicoSalut Manresa estaremos encantados de ayudarte.

Marta Farré Armengol
Col. 23.251

El pasado día 28 de octubre fue el día nacional del trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad. Si tras las primeras evaluaciones del curso, en la escuela os han dicho que vuestro hijo o hija presenta alguna dificultad y que ésta puede ser dislexia o déficit de atención con o sin hiperactividad, esta información os interesa.

La dislexia y el TDA o TDAH son los trastornos que se detectan de manera más común en la población infantil y, sobre todo, en el entorno escolar. Estas provocan que los niños presenten algunas dificultades en los aprendizajes, la concentración, la atención, el comportamiento en clase … llegando a afectar en su autoestima y autoconcepto.

¿Qué es la dislexia?

Es un trastorno del neurodesarrollo, es decir, que se presenta a lo largo del desarrollo del niño/a; que refiere el aprendizaje con dificultad de lectura y/o escritura. (APA, DSM V).

¿Qué es el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad?

Al igual que la dislexia, es un trastorno del neurodesarrollo, que se refiere a un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere en el funcionamiento o desarrollo del niño. (APA, DSM V).

Porque lo presenta mi hijo o hija?

Ambas dificultades no tienen una causa situacional, es decir, no son derivadas de una situación concreta como un miedo; sino que se presentan como una característica o condición más en el desarrollo.

Lo importante que debemos tener en cuenta es: ¿Cómo le podemos ayudar?

Estas dificultades no son una enfermedad y no tienen cura. Si no, que son unas características concretas que le acompañarán a lo largo de su vida. Sin embargo, con trabajo terapéutico y acompañamiento tanto en casa como en la escuela, estas dificultades pueden disminuir, entrenando y mejorando aquellas habilidades y capacidades necesarias para tener un desarrollo normalizado y alcanzar sus potencialidades.

Este trabajo se lleva a cabo a través de la psicoeducación para entender qué pasa y por qué. Las reeducaciones psicoterapéuticas consisten en el entrenamiento de habilidades como la concentración en la que requieren un apoyo, y el acompañamiento, tanto en la familia como en el entorno escolar, a fin de dar herramientas y recursos para que se llegue facilitar el día a día tanto a la niña o niño, como a su entorno.

Si tenéis dudas, desde PsicoSalut Manresa estaremos encantados de asesoraros y acompañaros en el proceso diagnóstico y terapéutico.

Tania Saez Laguna

Col. 25.631